Manifiesto ágil

El manifiesto ágil y sus principios son un breve conjunto de sentencias con un enorme significado en el mundo del desarrollo software, que a pesar de ser publicados en 2001, siguen teniendo una enorme vigencia.

Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas
Software funcionando sobre documentación extensiva
Colaboración con el cliente sobre negociación contractual
Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

Comparto sus contenidos y por tanto los aspectos de la izquierda así como defiendo la necesidad de los elementos de la derecha.

Sin embargo no creo en las recetas universales (normas, modelos, marcos de referencia, manifiestos) sino en una adecuada dosificación al tipo de negocio, a la tecnología utilizada y a la criticidad del software.

La elección del ciclo de vida del desarrollo software y la definición de su proceso de desarrollo no puede adoptarse sin más, sino que debe ser personalizada por el equipo de desarrollo a cada negocio, cada cliente e incluso a cada tipo de aplicación.

Considero un excelente punto de inicio los principios del manifiesto ágil así como que es válido para muchos proyectos software, pero la criticidad de algunos proyectos pueden necesitar mayores dosis de procesos, herramientas, documentación, contratos y planes.

La forma de buscar el equilibrio es someter el desarrollo software a continuo examen buscando las actividades y prácticas que funcionan y aportan los mejores resultados para fortalecerlas.

Pero las mayores fuentes para la eficacia y eficiencia del desarrollo son los errores, problemas y dificultades. Si no se miden y si no afloran, nos quedaremos con un desarrollo software mediocre sea cual sean nuestra metodología.

Focalizate: Software funcionando

Evalua: Colaboración, comprobación con el cliente

Adaptate: al cambio externo o la mejora interna

El motor del cambio y la mejora son las personas

 

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